lunes, 13 de diciembre de 2010

Los inicios de la geopolítica

Se dice que fue Johan Rudolf Kjellén quién acuñó el término Geopolítica. Nacido el 13 de junio de 1864  este geógrafo, politólogo y político sueco, definió a la geopolítica como la teoría del Estado como organismo geográfico o fenómeno en el espacio, es decir, el Estado como tierra (país), territorio, dominio o más distintamente como reino. Como ciencia política tiene siempre en vista la unidad del Estado.
A través del tiempo la Geopolítica ha tenido diferentes interpretaciones y definiciones que la han hecho pasar como una ciencia determinante para la toma de decisiones en el nivel político, hasta una ciencia de carácter mítica, que tenía incluso dentro de su propósito ser una especie de pronóstico del futuro, atribuyéndole concepciones agresivas, expansionistas, promotoras de utopías e incluso de guerras entre Estados.
Se le ha llamado pseudociencia, ciencia nazi e incluso, no vigente. Estas interpretaciones o atribuciones pueden verificarse del estudio de numerosos escritos, mapas, grabados y otros testimonios, que demuestran la preocupación de los conductores políticos, guerreros, geógrafos, filósofos y científicos de todos los tiempos por conocer al máximo la realidad geográfica del mundo y, especialmente, las características y condiciones geográficas de sus respectivos Estados, como también de aquellos países o áreas geográficas de mayor interés político, económico y militar, ya sea por su condición de posibles enemigos, o aliados. La Geopolítica como disciplina es muy antigua. Dentro de la rama de la ciencia política, se preocupaba de estudiar la importante influencia que siempre han tenido los fenómenos y factores geográficos, mercados, rutas comerciales o áreas claves de control estratégicos.

Evolución

La Geopolítica es una de las ciencias que más ha evolucionado y se ha ido consolidando a través del tiempo como un conocimiento científico teórico y pragmático que se inspira en la intima relación entre el Estado y el espacio donde aquel tiene un interés político que satisfacer.
El conocimiento teórico de esta ciencia cuenta con principios, normas, hipótesis y teorías que sirven de guía al pragmatismo político; se manifiesta y desarrolla por el estudio del espacio mediante el análisis de los factores geopolíticos que lo componen y la forma previsible de influir o actuar. El objeto de la misma es lograr una interpretación política del espacio, con la finalidad de aportar conocimientos a su desarrollo progresivo.
Dentro de lo que respecta a la geopolítica, se habla de que un estado soberano ocupa un territorio particular con características físicas únicas que en parte determinan las formas viables de organización económica, social, política y militar. Además, la localización geográfica de un estado debe ser considerada en relación con la de los que le circundan, cada cual con sus propias cualidades geopolíticas únicas. En el siglo XX, por ejemplo, Bélgica y Polonia han sido “campos de batalla” por su estratégica situación geográfica, entre Alemania y Francia y entre Alemania y Rusia respectivamente.
Es así como el estudio de la geopolítica cobró un importante vigor para intentar lograr una compresión más perfecta de la estructura profunda de las relaciones internacionales entre los estados.
Un ejemplo es el análisis entre la rivalidad política entre Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) durante la Guerra fría. En este tiempo los analistas geopolíticos buscaron las raíces y objetivos de las políticas exteriores indispensables de ambos países. En 1904, el geógrafo británico sir Halford mackinder apreció un antagonismo geopolítico entre el poder terrestre de Rusia y la primera fuerza oceánica en ese entonces Gran Bretaña, más tarde Estados Unidos. Varias explicaciones geopolíticas se ofrecieron para localizar la causa geopolítica del conflicto soviético-estadounidense, conviniéndose en la necesaria influencia que desempeñaba el dominio real o tácito de otras áreas geográficas, tales como África, Eurasia y Latinoamérica.

Geopolítica y recursos naturales

El tema de los recursos naturales es uno de los factores que genera controversia entre los estados. Históricamente, el saqueo de recursos naturales y la explotación de los pueblos latinoamericanos como fundamento de la acumulación de capital, ha sido punto nodal en la geopolítica imperial hemisférica. Un ejemplo claro es el de la Colonia española.
Desde esa perspectiva, las peculiaridades espaciales-territoriales de la región, han terminado por precisar las líneas más adecuadas de subordinación, dentro de un marco de correlación de fuerzas de poder contradictorias, que buscan las mejores opciones de estímulo de tal acumulación de capital a favor de los principales grupos de poder económico.
Otro ejemplo es la crisis por el petróleo. La primera “crisis del petróleo” digna de tal nombre, se produjo en 1859, tras la perforación del famoso pozo del coronel Drake Titusville en Pennsilvania. Poco después estalló la guerra civil americana y el precio del petróleo se elevó hasta 15 dólares el barril. Bastó con aumentar la producción a 3000 barriles por día para que el precio volviera a caer a siete dólares. Desde entonces, el mismo remedio se fue aplicando en cada nueva crisis petrolera. Hoy en día las cosas son más complejas. A partir de 1999, el precio del petróleo no deja de aumentar, como consecuencia de que la demanda de crudo ha ido aumentando, pero la oferta ya no puede crecer más.
Se ha alcanzado un punto de confluencia de distintos factores: después de treinta años de mejorarse los sistemas de extracción de petróleo y alcanzarse a perforar profundidades que antes parecían inalcanzables, tras veinte años de realizar constantes prospecciones en busca de nuevas cuencas petrolíferas y de aumentos constantes en la producción, se ha alcanzado el punto de inflexión en el que las necesidades petroleras mundiales (la demanda) siguen creciendo, mientras que la oferta empieza, inevitablemente, a disminuir.
Esta tendencia compromete el proceso de globalización mundial iniciado desde principios de los años noventa. La era del combustible barato ha concluido y el precio de los transportes encarece el traslado de las manufacturas de un lado a otro del planeta. Así pues, el petróleo ha apuntillado la era de la globalización. Nuestra civilización se alimenta de energía; si ésta falla, los pilares del desarrollo se desintegran. El fin de la era del petróleo es, en definitiva, va a tener, sin duda, mucho que ver con el fin del mundo moderno.

El fin del ciclo

Está claro que Las guerras de Afganistán e Irak, los conflictos que están asolando África, la inestabilidad de algunos países iberoamericanos, tiene mucho que ver con el petróleo, de la misma forma que la escasez de crudo generará tensiones geopolíticas y geoestratégicos insoportables que culminarán en nuevas “guerras del petróleo”.
Cada vez la demanda energética es mayor. El petróleo existente en el planeta, es finito. Cada día se consume, por tanto, las reservas disminuyen a gran velocidad. No se debe forjar  ilusiones, ni esperanzas carentes de base científica. Cuando la realidad es que el modelo de civilización hoy en día solamente es sostenible mediante altos consumos energéticos; si no están a nuestro alcance, la civilización se para; si se para, muere.
La guerra de Irak (para controlar las primeras reservas mundiales de petróleo), la guerra de Afganistán (para disponer de una salida al mar para el petróleo del Caspio), la guerra de Chechenia (para obstaculizar el acceso del petróleo del Caspio a Europa Occidental), la presencia norteamericana en el Magreb y en toda la costa de África Occidental, en pugna con Francia, los intentos de desestabilización en Venezuela, el conflicto en Bolivia, la próxima destrucción de amplios sectores naturales en Alaska, la guerra de Putin contra los “oligarcas”, por el control de Yukos la gran petrolera rusa, etc, son muestras de lo que se espera: “las guerras del petróleo” están comenzando y con ello el fin del ciclo de civilización también.
María José Paredes

Geopolítica y orden global

El término calificativo de “geopolítico” dibuja atención a los elementos geográficos de un orden mundial. Esta no es una característica especial o adicional de un orden abstracto. Es algo intrínseco a él. La geopolítica nace cuando el mapa empieza a percibirse como una formalización del espacio para la dominación del mismo pero su nacimiento real se sitúa en el último cuarto del siglo XIX cuando un área específica del conocimiento se transforma en un discurso legitimador de la expansión imperial reflejando una nueva forma de interpretar el espacio global y la política internacional. El interés aumenta súbitamente en la primera mitad del siglo XX a raíz de las Guerras Mundiales pero, sobre todo, al terminar la Guerra Fría y las implicaciones que la misma tuvo con respecto a una nueva configuración planetaria.
El orden se refiere a las reglas rutinarias, instituciones, actividades y estrategias con las cuales la economía política internacional opera en diferentes periodos históricos, los órdenes necesariamente poseen características geográficas y eso incluye el grado relativo de centralidad de la territorialidad del Estado a las actividades sociales y económicas, la naturaleza de la jerarquía, el alcance espacial de las actividades de diversos estados y otros actores, por ejemplo, organizaciones internacionales y de negocios. Desde este punto de vista, el orden no implica un mundo basado en el consenso o la cooperación. El concepto normativo del orden como sinónimo de un mundo ordenado y sin conflicto puede inspirar la crítica de arreglos ya existentes.
En cualquier orden global  es una mezcla de cohesión y de conflicto entre los actores. Lo que siempre es requerido para su existencia es un sistema organizado de gobernabilidad que, a su vez, implica definir a los actores, reglas de operación, principios de interacción y asunciones extensamente compartidas sobre el comercio,  la fuerza y la diplomacia. Éstos incluyen a las organizaciones internacionales formales y regímenes, cubriendo el comportamiento del gobierno en áreas especificas de acción tales como el comercio, el dinero o la seguridad, pero un orden mundial también requiere de un sistema de asunciones ínter subjetivas  y de orientaciones del comportamiento compartidas.
John Agnew y Stuart Corbridge diseñaron un marco referencial para analizar un orden geopolítico tomando en cuenta los criterios cuya naturaleza tiene muchas causas, estos criterios son la estructura económica mundial, la regulación político-económica, las formas político-institucionales, los mecanismos que ayudan a establecer y mantener el orden, la escala geográfica de la acumulación económica y, finalmente, el especio de la regulación política. Todos ellos se mueven entre un nivel global y otro estatal conformando así un espacio definido básicamente por dos dimensiones geográficas: la primera es la escala dominante de la acumulación económica y la segunda es el espacio dominante de la regulación política.
Ahora en el orden global y la política internacional actual aparece el nuevo meridionalismo, cuya existencia rompe con todos los esquemas de los órdenes geopolíticos que han existido hasta hora. El nuevo meridionalismo no es un concepto estrictamente geográfico, dado que la distribución geográfica de sus integrantes no se asume como un espacio homogéneo sino un fenómeno reciente que posee elementos ideológicos, culturales y civilizatorios diferenciados. Se trata de una alianza heterogénea compuesta por varios países que tienen un propósito común, esto es, buscar un equilibrio en la estructura actual del poder global limitando los poderes tradicionales de los bloques regionales hegemónicos. La primera concretización del nuevo meridionalismo obtuvo su verificación empírica mediante la creación del grupo conocido como G-20  y sus iniciativas y acciones dentro de las actividades de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Este grupo fue creado por la iniciativa de Brasil, poco antes de la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio en Cancún, en septiembre del 2003. Todos los miembros de este grupo aparecen en el espacio de la economía política internacional como países en vías de desarrollo, todos rechazan las jerarquías existentes dentro del comercio mundial y mantienen una línea en las negociaciones con respecto a lo que consideran  como puntos vitales para alcanzar sus metas de desarrollo (subsidios agrícolas, propiedad intelectual, patentes y temas abiertos de la industria farmacéutica, por ejemplo). En esta perspectiva la característica dominante del nuevo meridionalismo es que se trata de un modelo que va más allá de toda regionalización y globalización.
Su estructura es prácticamente ilimitada. Es posible que sean precisamente Brasil, China e India los poderes dominantes, pero suficientemente flexibles para no desarrollar hábitos imperiales con respecto al resto del grupo y aceptar la paulatina ampliación de los nuevos estados cada vez más fuertes. No sorprendería que, en un futuro no tan lejano, sean México y Rusia dos potencias nuevas dentro del nuevo meridionalismo, debido a su particular posición geopolítica.
Rusia por su relación con la Unión Europea que la acerca a través de China e India al resto del continente asiático.  México por su relación con Estados Unidos que le ha conseguido un papel privilegiado de puente integrador de la “gran familia de los pueblos latinoamericanos”.
De esta manera, México, Brasil, Argentina, Sudáfrica, India, China y Rusia formarían el “núcleo duro” del nuevo meridionalismo. Este nuevo meridionalismo ofrecería diferentes modelos de integración en distintos niveles.
María Soledad Castro Paredes

El narcotráfico: un problema que afecta las fronteras de Colombia

El narcotráfico es un negocio de industria ilegal e ilícita que mueve una gran cantidad de dinero a nivel mundial. Consiste en el cultivo, producción, comercialización y distribución de sustancias estupefacientes y psicotrópicas que afecta algunos países como lo es Colombia.
Se puede decir que también es uno de los generadores de muertes ya que causan enfrentamientos violentos, la inseguridad sobre todo que se vive en las fronteras de Colombia ya que no permite que los ciudadanos vivan en paz y  como consecuencia se viole la soberanía de los países vecinos.
El narcotráfico en Colombia se originó ya hace muchas décadas atrás, con el desarrollo de los carteles entre 1970 y 1980 quienes eran los encargados de manejar los vínculos entre otros carteles así con el cultivo, procesamiento para después ponerlo a la venta.
Se los denomina cartel, sinónimo de mafia en Hispanoamérica, pero este término es utilizado específicamente para diferenciar a las grandes organizaciones ilícitas para llevar a cabo sus acciones criminales.
Los carteles en Colombia empezaron por la década de los 80 cuando la droga estaba en su mayor auge. Estos grupos empezaron guerras contra el estado y atentados contra los ciudadanos civiles con el fin de solamente demostrar el poder que ellos tenían, lograban infiltrarse dentro de puestos del gobierno, y formaron grupos y aliados como los que ahora conocemos como la guerrilla.
Los carteles que se han conformado en Colombia son los siguientes:
El cartel de Medellín en la década de los 70`s que fue el primero en Colombia y su lema era ``plata o plomo`` que quería decir que aquella persona que no se dejaba dominar simplemente lo mataban
Otro de los carteles importantes que existieron fue el de Cali que estaba dedicado a la cocaína y también era una de las bandas criminales más peligrosas en el mundo
Por otra parte el cartel del Norte del Valle tuvo gran crecimiento luego de la caída del cartel de Medellín y Cali.
El cartel de la Costa llego a controlar la región del Caribe pero sus líderes terminaron extraditados en EEUU.
Pese al gran poder que llegaron a tener estos carteles por ahora se encuentran inactivos.
La consecuencia de esto se ve reflejado en los problemas sociales que se vive constantemente en Colombia ya que su fruto son las dificultades que atraviesan sus fronteras con los estados próximos ya que para este país resulta difícil controlar el poder que tienen los narcotraficantes.
Este problema de narcotráfico en Colombia aunque ha sido interno ha sobrepasado sus fronteras ya que por ahí es la forma de transportar la droga, en las fronteras operan grupos delincuenciales creando un ambiente de tensión que perturban la estabilidad social, uno de los principales afectados en esto es Venezuela porque acusa al gobierno Colombiano de abandono en esta aéreas ya que es constante la violación de soberanía ya sea por los propios militares colombianos o de los paramilitares que entran a zonas venezolanas para el libre ejercicio y acción de la guerrilla con el narcotráfico también sumándole las consecuencias que son el sicariato y el secuestro.
El narcotráfico es una amenaza constante en particular en esta región porque con el pasar de los años ha crecido considerablemente y más aun que los que se dedican  a esto son apoyados por la guerrilla que se encuentran establecidas en zonas fronterizas.
La presencia de la guerrilla colombiana y el narcotráfico ha llevado a incrementar la zona con más presencia militar para tratar de mejorar la seguridad de los países vecinos ya que con tanta inseguridad en la frontera y peor que los guerrilleros han invadido fronteras y cruzan a los países vecinos para radicar por un tiempo ahí y poder realizar con más eficacia su trabajo de distribución, pero esto ha llevado a una gran controversia entre países hermanos como son los problemas políticos, sociales y económicos y esto ha llevado a cerrar las fronteras y cortar las relaciones diplomáticas que afectan a lo largo para negocios internacionales.
Para el gobierno venezolano ha resultado difícil manejar esta situación ya que las agresiones en sus tierras son cada vez más graves y preocupantes por el número de víctimas que han muerto a causa de la acción armada de la narco-guerrilla
Por todo esto Colombia trata de buscar las soluciones inmediatas para poder combatir con este gran problema que atraviesan ya hace muchos años y su principal aliado es Estados Unidos que es el que influye políticamente y militarmente dentro del conflicto que vive Colombia a través del Plan Colombia que es el acuerdo bilateral entre estos dos estados con los objetivos de generar una rehabilitación social y económica y tratar de terminar con el conflicto armado y crear estrategia de anti narcóticos.
Soluciones:
DECISIÓN:505 Plan Andino de Cooperación para la Lucha contra las Drogas Ilícitas y Delitos Conexos.
DECISIÓN 602
Norma Andina para el Control de Sustancias Químicas que se utilizan en la fabricación ilícita de estupefacientes y sustancias psicotrópicas.
La creación de un Organismo Comunitario integrado por entidades gubernamentales especializadas de los Países Miembros y Asociados a la Comunidad Andina en temas de modalidades de tráfico y desvío de sustancias químicas controladas, uso de nuevas sustancias, operaciones exitosas de control, registros nacionales actualizados sobre empresas importadoras y exportadoras de sustancias químicas y cambios en la incidencia de uso de puntos fronterizos para el tráfico ilícito de dichas sustancias.

Podemos decir que Colombia pese a los problemas fronterizos que tiene con sus países vecinos siempre está buscando formas de solución para lo que es el narcotráfico, lamentablemente ha llevado ya muchos años afectando las relaciones entre los estados porque se puede dar cuenta que es tan grande el poder que tienen los narcotraficantes que resulta muy difícil tratar de llegar algún acuerdo con ellos, quizás en algún futuro ojala sea posible encontrar soluciones que beneficien a Colombia como a los países fronterizos para que exista un ambiente de paz y seguridad en todos los estados que lo rodean.

María José Mantilla

Expansión Norteamericana hacia la consolidación del Imperio

Desde el momento de la independencia, las trece colonias que formaron inicialmente Estados Unidos experimentaron un proceso de expansión demográfica, territorial y económica, que junto con la consolidación de su sistema democrático, puso las bases de la gran potencia para armar su imperio a nivel mundial.
La crisis económica de 1640 desató los acontecimientos que llevaron a la Guerra Civil inglesa, la cual terminó con el triunfo de Oliverio Cromwell, quien prohibió la propiedad feudal, así como todo tipo de gremio, corporación, estanco o monopolio; vendió las tierras de la iglesia y la corona y creó un nuevo parlamento, estrictamente burgués. Esta derrota del feudalismo en Inglaterra facilitó el autogobierno en todas las colonias. Luego de muerto Cromwell, cuando un rey inglés pretendió retornar al absolutismo, tuvo lugar la denominada Revolución Gloriosa (1688-1689), la que emitió una "Declaración de Derechos," así coma un "Acta de Tolerancia"; ésta afirmó la libertad de cultos y aquella impuso límites a la corona, al afianzar la supremacía del parlamento. Esto repercutió grandemente en las colonias ya que en ellas las asambleas regionales de burgueses proclamaron sus derechos y libertades, frente a los gobernadores nombrados por el monarca.
La expansión de los Estados Unidos de América se inicio en 1803, cuando Francia les vendió su territorio de Louisiana incluida Nueva Orleáns, Pero los estadounidenses, soñaban con tener el control sobré las estratégicas vías lacustres y fluviales del Norte. Para ello desataron la guerra de 1812 contra Inglaterra, el 23 de diciembre de 1817, el ejército norteamericano al mando del General Andrew Jackson invadió la Península de la Florida y le propuso al absolutista rey español Fernando VII, un "Acuerdo General Fronterizo" entre ambos países. Este finalmente se firmó en 1819 e implicó el reconocimiento de la frontera existente con el Virreinato de México a lo largo del rió Sabina, así como su formal renuncia a poseer Texas. Aprovechando que en la vecina república en ese momento se desarrollaba una intensa lucha popular contra el centralismo conservador del dictador Antonio López de Santa Ana; con el propósito de escapar de la referida tiranía, los liberales proclamaron su temporal separación del gobierno conservador, hasta que se restableciera la Constitución Federalista de 1824. Sucedió lo mismo en Texas el 7 de noviembre de 1834, donde los ingenuos liberales no vislumbraban que el respaldo de Houston y demás inmigrantes escondía el propósito de separar a Texas para incorporarla definitivamente a los Estados Unidos de América. La ulterior captura de Santa Ana el 21 de abril, y el cambio de su libertad personal a cambio de la entrega de Texas son conocidos. Culminaba de esa forma la primera parte del plan de crecimiento territorial del presidente Jackson.
En Diciembre del 1845 comenzó la segunda etapa en la cual se aplicó la vieja política que reza "El fin justifica los medios" y el fin en este caso era completar las cerca de 945.000 millas cuadradas que a la postre lograron anexar a su territorio. Entre los capítulos mas sobresalientes de esta etapa están la firma el 21 de febrero de 1848 del tratado Guadalupe – Hidalgo mediante el cual México perdió la mitad de su territorio y cerca de cien mil habitantes, paralelo a todo este proceso histórico que brevemente hemos narrado se da la llamada conquista del oeste y el exterminio casi total de la población y cultura aborigen, tema este que por su trascendencia en la historia domestica norteamericana nos proponemos dedicar un trabajo aparte.
En 1820 el llamado Compromiso de Missouri, que buscaba mantener en el Senado el equilibrio entre los veintidós miembros de cada bando, al acordarse que los futuros ingresos a la federación debían hacerse de manera igualmente proporcional: un estado abolicionista par cada uno que no lo fuera se impulsó así el empuje hacia Occidente, por lo cual en 1830 se emitió la ley que autorizaba desalojar a la población aborigen al Oeste del río Mississippi, de lo que siempre habían constituido sus predios tradicionales. Pero la anexión de los territorios arrebatados a México, donde la esclavitud había sido erradicada hacia décadas, alteró inesperadamente las relaciones entre el Norte y el Sur, Para ello en 1850 se tuvo que forjar un nuevo compromiso, que endilgaba a cada estado el problema de autorizar o no en su territorio, la existencia de tan repugnante régimen, la aventura centroamericana de William Walker la cual tenía como objetivo anexar estos territorios a la unión, llena los años del medio siglo XIX.
Entre el Norte y el Sur de los Estados Unidos de América, la esclavitud no era el único punto contencioso; en la parte septentrional, la revolución industrial impulsaba las fábricas de textiles, papel, vidrio e hierro, que producían para el mercado interno y exigían el proteccionismo. Frente a este reclamo, los exportadores agrícolas meridionales defendían el librecambio. En ese contexto, un humilde hijo de granjeros, nacido en Kentucky, autodidacta que luego se hizo abogado, y cuya fama se había generalizado por su oposición a la guerra contra México, así como por su profunda aversión a la esclavitud, gana las presidenciales de 1860; Abraham Lincoln. Pero aun antes de que el tomara posesión del cargo, el 20 de diciembre Carolina del Sur se declaró separada de la Unión a la que se le unieron otros diez estados a los que se le llamaron confederados. Se inicio así una larga y sangrienta guerra civil que va a terminar en 1865 con la victoria del norte y la consolidación definitiva del estado norteamericano.
Cronológicamente, sigue como suceso más importante en la historia de Estados Unidos; recordando que nuestro enfoque se centra en el crecimiento geográfico, político, económico y militar de ese estado; el surgimiento del movimiento progresista, "un movimiento para reformar la sociedad y los individuos mediante la acción del gobierno," cuyo objetivo de fondo era introducir las primeras formas de intervención estatal en el devenir de la sociedad, porque hasta 1900 tanto el Estado como la economía se habían caracterizado por la implantación de la "política del dejar hacer" o mínima intervención del Estado en la empresa privada. Con la llegada del movimiento progresista se emprendió una cruzada democrática de grandes proporciones a través de la cual se buscó brindarle un aire de transparencia a las administraciones tanto nacional como de los diferentes estados. Bajo esta política estatal en las ciudades se instauraron las primeras empresas municipales de servicios públicos y se sentaron las bases para el funcionamiento futuro de las empresas de transportes al interior de las urbes.
Al terminar el período de Taft, asume el poder el demócrata Woodrow Wilson, quien resulta elegido por primera vez en 1913 y lo reeligen hacia 1916. Tanto el como su secretario de Estado tenían la firme convicción que los Estados Unidos estaban llamados a ser los promotores del orden moral y la democracia en el mundo. Fue el quien decidió el ingreso de su país a la Primera Guerra Mundial, apoyo la creación del sistema de la Reserva Federal (1913) a través del cual se buscó traer orden al mercado monetario, resolver las posibles crisis que surgiesen y controlar el sistema crediticio de manera centralizada. Además de esta importante institución que subsiste hasta la actualidad, los años veinte son de auge económico en el sector inmobiliario y del transporte con el emblemático Ford modelo T.
Llegada la II Guerra Mundial, los norteamericanos aprovecharon de la manera más inteligente los recursos humanos y de capital disponibles, haciendo de la industria bélica en sus diferentes procesos un foco de empleo y progreso para gran parte del país.
La historia se ha encargado de demostrar la actitud oportunista que asumieron en su participación en la Segunda Guerra Mundial con el demorado "Día D" que marcó la apertura del llamado segundo frente con el Desembarco de Normandía", en este contexto empresas como General Motors e IBM, le sacaron jugosas ganancias al conflicto armado, esta ultima le vendió tecnologías a los nazis, aún después de que Estados unidos le declarara oficialmente la guerra a Berlín.
El innecesario uso de la bomba atómica contra los japoneses (6 y 9 de agosto en Hiroshima y Nagasaki), es en nuestra opinión el llamado de trompetas anunciando al mundo la consolidación de un nuevo imperio, después de 325 años de que los padres fundadores llegarán a las costas de Norteamérica a bordo del "Mayflower".
Una vez finalizada la guerra, es importante hacer referencia al Plan Marshall en la economía de post conflicto, en junio de 1947 se lanzó la propuesta a las naciones europeas para devolverles la estabilidad económica y de infraestructura. Como es lógico, la URSS rechazó la oferta y logró vetar el deseo de Polonia y de la entonces Checoslovaquia de participar.
Entre el 1945 y 1990 el mundo vivió un supuesto equilibrio de fuerzas y se dice supuesto ya que en los escenarios de enfrentamiento que se vivieron en esos años en el marco de la llamada Guerra Fría siempre prevaleció el criterio occidental y hubo una silenciosa política dirigida a derrocar el sistema socialista, mucha de esta historia esta aún en expedientes clasificados de secreto, ya hoy conocemos como lograron destruir el sistema de gaseoductos soviéticos, como lograron inducirlos a una carrera armamentista de corte espacial para la cual la economía soviética no estaba preparada y otros hechos de mayor o menor cuantía estratégica, después del derrumbe del modelo euro soviético del socialismo, el protagonismo yanki en el mundo aumentó considerablemente y se consolidan como un imperio.
Implicaciones políticas de la guerra
México perdió el 51% de su territorio durante la guerra, cediéndolo a Estados Unidos. Santa Anna huyó exiliado a Venezuela. En EE.UU., la victoria en la guerra trajo un surgimiento de patriotismo, y con la adquisición de los territorios al oeste —en 1846, Estados Unidos había adquirido la parte sur de Oregón— parecía cumplirse con las creencias del «destino manifiesto».
Mientras que el filósofo y escritor Ralph Waldo Emerson rechazó la guerra como un «medio de obtener el destino de Estados Unidos», tuvo que aceptar que «la mayoría de los grandes resultados de la historia se han logrado por medios indignos». La guerra hizo de Zachary Taylor un héroe nacional, un partidario whig sureño, quien fue elegido como presidente en las elecciones de 1848.
En ese tiempo, Texas reconoció la institución de la esclavitud, pero México no lo hizo (la esclavitud estaba prohibida en México desde la firma de la constitución federal de 1824). Muchos abolicionistas norteños vieron la guerra como un intento de expandir la esclavitud y asegurar su influencia continua en el gobierno federal por parte de los dueños de esclavos.
Durante el primer año de la guerra, el congresista demócrata David Wilmot introdujo una ley que prohibía la esclavitud en cualquier territorio capturado de México. Esta ley, que se conoció como el Proviso Wilmot causó una protesta inmediata de los sureños en ambos lados del congreso.
Para los sureños, parecía que el norte estaba dispuesto a abandonar la paridad dentro del senado, y la cláusula de Wilmot encendió la hostilidad entre las dos secciones. La ley por sí misma fue aprobada por la Casa de Representantes, pero falló en el Senado, con ambos votos en las líneas seccionales.
En 1848 los demócratas propusieron una nueva solución al tema de cuáles territorios podrían tener permiso de esclavitud, conocida como «soberanía popular». Esto permitía a los votantes dentro del territorio a determinar por ellos mismos si permitirían la esclavitud dentro de su territorio. El Acta de Kansas-Nebraska en 1854 hizo más popular la soberanía popular de las tierras, deshaciendo el Compromiso de Misuri. En protesta de estas acciones, el Partido Republicano se organizó ese año con oponentes de la expansión de la esclavitud.


Lady Peredo

La Guerra del Pacífico

A  pesar de todo el tiempo transcurrido desde la guerra, los países involucrados en este conflicto no pueden olvidar lo ocurrido, en el año 1879 Chile ya era un país   con una fuerte identidad minera y con importantes inversiones en el oro, la plata, el carbón y el salitre.
Lo ocurrido en la guerra del Pacifico fue producto de la  violación del tratado vigente en el cual Bolivia se comprometía a no subir el impuesto al salitre en un lapso de 25 años, pero el presidente Hilarión Daza rompió el tratado lo que desencadenó conflictos entre los dos países.
La Guerra del Pacífico, tuvo grandes consecuencias para estas tres naciones. Sin embargo, las consecuencias no serían iguales para todas ellas, pues mientras Perú y Bolivia sufrieron un gran revés económico, político y social, Chile se consolidó como uno de los países más poderosos de América del Sur, una verdadera potencia sudamericana; su economía se incrementó debido a que el territorio obtenido al final de la guerra era rico en recursos tales como el nitrato, el cobre y la plata, que supo explotar hábilmente.
Por su parte, Perú y Bolivia no solamente sufrieron la más grande humillación de su historia, sino que además perdieron una poderosa fuente de riqueza en una época en la que ambos países pasaban por una fuerte crisis económica que resultaría en una gran crisis social que no sería fácil de combatir.
El desarrollo económico sostenido en Chile, a partir de la Guerra del Pacífico, ha establecido un fuerte sentimiento anti chileno tanto en Perú como en Bolivia hasta el día de hoy, ya que esta región que hoy es llamada Norte Grande le dio a Chile todo el capital necesario para desarrollar el resto de su territorio. Aunque los nitratos fueron rápidamente sustituidos por el cobre como el producto más importante de su economía, será fácil comprobar que el desarrollo de Chile no se hubiera dado de manera tan vertiginosa y eficaz sin la victoria de esta guerra
El salitre era conocido como el   “oro blanco”, fue usado desde la época colonial. Era utilizado como abono, pero adquirió con el transcurso del tiempo un valor cada vez mas importante durante la mitad del siglo XIX, ya que era empleado en la elaboración de pólvora.
Los yacimientos estaban ubicados en lo provincia de Tarapacá que en ese entonces era Peruana y en la provincia de Antofagasta que era Boliviana. Diplomáticos y norteamericanos estimaban el valor de estos yacimientos en cuatrocientos millones de pesos de la época.
Para historiadores Bolivianos Chile ambicionaba con quedarse con los territorios de Atacama, ya que estos territorios encerraban muchas riquezas, eran abundantes en guano, salitre, plata, cobre y otros minerales.
En 1866 Chile limitaba con un solo país al norte, Bolivia. En ese año mediante un tratado Chile establece la división en mitades de la explotación del guano y de los minerales existentes entre los paralelos 23° y 25°. Pero el año 1874 firman otro tratado estableciendo los limites en el paralelo 24°, en este tratado se estipula que durante 25 años no se aumentaran los derechos de exportación de los minerales y no se hará ninguna contribución sobre las personas, industrias y capitales chilenos.
En el año 1873 Perú y Bolivia firman un pacto secreto defensivo, Bolivia en un principio busco una alianza con Chile, en la cual Chile apoyaría a Bolivia para así poder despojar a Perú de Arica.
Perú y Bolivia intentaron convencer a Argentina para que se uniera al tratado defensivo  secreto, Chile sede la Patagonia, un territorio de aproximadamente un millón de kilómetros cuadrados, rico en recursos naturales a Argentina para así evitar la guerra.
En Bolivia en el año 1876, producto de un golpe de estado llega al poder el general Hilarión Daza, en el año 1878 dos años después decreta un impuesto para la compañía de salitre de Antofagasta de diez centavos por quintal de salitre exportado, lo que iba en contra del tratado  de 1874.
El 14 de Febrero de 1879, la escuadra chilena se resguarda en la bahía de Antofagasta. La población de chilenos en esa zona era mayoritaria a la población de peruanos y bolivianos.
El general Hilarión Daza declara la guerra a Chile el primero de Marzo de 1879, los chilenos son expulsados de Bolivia y despojados de sus bienes.
El 21 de Mayo de 1879 se libro en Iquique el combate naval más importante de la guerra del Pacifico, donde se enfrentaron los buques peruanos Huáscar e Independencia se enfrentaron a los chileno Esmeralda y Covadonga.
El esfuerzo de industrialización estimulado por la guerra logró un cambio en la economía chilena que trajo consigo una gran diversificación social y la creación de nuevas facciones políticas. Los aranceles sobre el salitre beneficiaron un importante gasto público destinado a obras públicas como la construcción de puertos y ferrocarriles, obras de carácter social, y para reforzar las fuerzas armadas.
A diferencia de Chile, a quien la Guerra del Pacífico la convirtió en una gran nación latinoamericana, para Bolivia fue uno de los acontecimientos más dramáticos. El ejército de este país fue totalmente derrotado por los chilenos, lo que le valió a Bolivia la pérdida del territorio más importante por significar su única salida al mar. Desde 1880 hasta el día de hoy, la pérdida del acceso al mar ha sido el más grande problema al que esta nación se haya tenido que enfrentar.
Si bien el crecimiento económico de Bolivia fue ininterrumpido después de la guerra, el territorio de salitre que perdió a manos de los chilenos no le permitió un crecimiento que rebasara al de sus vecinos, como le sucedió a Chile.
Aunque Bolivia pudo crecer debido a la producción de plata, se enfrentó al problema de depender económicamente de un producto cuyo cambio de precio en el mundo tenía un impacto directo en la economía de la nación, el cual tuvo su mayor problema en 1900 con el colapso del metal en el mercado internacional.
Para el Perú la Guerra del Pacífico significó "innumerables penalidades, humillaciones y, finalmente, la derrota nacional".
Hasta el boom del guano, a mediados del siglo XIX, Perú no había contemplado la posibilidad de la unidad nacional. Pero esa esperanza se terminó con el comienzo de la Guerra del Pacífico, que hundió al país en un período de total anarquía.  
Perú a diferencia de Chile, no interrumpió su progreso durante la guerra, el Perú sufrió divisiones sociales irreconciliables. Por un lado estaban los campesinos indígenas quienes, viendo en la lucha una forma de emancipación, habían formado grandes fuerzas irregulares de guerrillas, apoyadas por Cáceres. Y por el otro lado estaban los terratenientes, quienes temían que las fuerzas indígenas pudieran volverse contra ellos. De esta manera las élites cambiaron su actitud hacia la guerra y pensaron que la negociación con Chile serviría mejor a sus intereses.
El fin de la Guerra del Pacífico se selló con la firma del Tratado de Ancón, entre Chile y Perú, el 20 de octubre de 1883. El aspecto más importante de este tratado fue la entrega definitiva a Chile, por parte del Perú, de la provincia de Tarapacá. En lo que se refiere a las provincias de Tacna y Arica, éstas quedaban bajo la tutela de Chile por un período de diez años, luego de los cuales se establecería qué país se quedaría con dichos territorios por medio de un plebiscito realizado entre sus habitantes.
Con Bolivia, Chile firmó un acuerdo en 1884 que establecía que el territorio comprendido entre el río Loa y el paralelo 23 quedaría bajo la administración de Chile, mientras que a Bolivia se le permitiría el acceso a los puertos de Arica y Antofagasta. Ambos tratados dejaron asuntos pendientes que fueron aclarados en dos tratados posteriores, firmados en 1904 con Bolivia, y en 1929 con Perú.
Conclusiones:
Sin duda alguna se puede asegurar que el crecimiento de Chile se debe a la maestría de sus gobernantes así como al fuerte nacionalismo de sus habitantes. Chile se ha caracterizado siempre por ser una nación eficaz en la explotación de sus recursos. Así mismo ha sabido defenderse del intervencionismo extranjero en materia económica al tratar por todos los medios de poner todos sus recursos en manos nacionales pero cuidando la inversión extranjera. De esta manera esta nación ha logrado un desarrollo sostenido, fortalecido especialmente en el último tercio del siglo XIX, debido evidentemente a su victoria en la Guerra del Pacífico.
Pero el triunfo chileno no redundó únicamente en la economía de cada uno de los países involucrados en la guerra sino que tuvo fuertes repercusiones en las sociedades. Chile no solamente salió de la guerra con un ejército poderoso y con un territorio que ayudó al desarrollo del país, también terminó la guerra con un nacionalismo totalmente arraigado que contribuyó fuertemente a la consolidación de la democracia.
Mientras tanto Perú y Bolivia se enfrentaron a sociedades totalmente desmoralizadas y divididas, las cuales tuvieron que ser sometidas a un sinnúmero de dictaduras que, aunque estaban dirigidas al progreso, hicieron imposible la democratización y el desarrollo.
Así podemos concluir que la Guerra del Pacífico fue la gran oportunidad de Chile de anteponerse a la competencia de Perú y Bolivia y consolidarse como potencia sudamericana.

Roxana Jaramillo