lunes, 13 de diciembre de 2010

Expansión Norteamericana hacia la consolidación del Imperio

Desde el momento de la independencia, las trece colonias que formaron inicialmente Estados Unidos experimentaron un proceso de expansión demográfica, territorial y económica, que junto con la consolidación de su sistema democrático, puso las bases de la gran potencia para armar su imperio a nivel mundial.
La crisis económica de 1640 desató los acontecimientos que llevaron a la Guerra Civil inglesa, la cual terminó con el triunfo de Oliverio Cromwell, quien prohibió la propiedad feudal, así como todo tipo de gremio, corporación, estanco o monopolio; vendió las tierras de la iglesia y la corona y creó un nuevo parlamento, estrictamente burgués. Esta derrota del feudalismo en Inglaterra facilitó el autogobierno en todas las colonias. Luego de muerto Cromwell, cuando un rey inglés pretendió retornar al absolutismo, tuvo lugar la denominada Revolución Gloriosa (1688-1689), la que emitió una "Declaración de Derechos," así coma un "Acta de Tolerancia"; ésta afirmó la libertad de cultos y aquella impuso límites a la corona, al afianzar la supremacía del parlamento. Esto repercutió grandemente en las colonias ya que en ellas las asambleas regionales de burgueses proclamaron sus derechos y libertades, frente a los gobernadores nombrados por el monarca.
La expansión de los Estados Unidos de América se inicio en 1803, cuando Francia les vendió su territorio de Louisiana incluida Nueva Orleáns, Pero los estadounidenses, soñaban con tener el control sobré las estratégicas vías lacustres y fluviales del Norte. Para ello desataron la guerra de 1812 contra Inglaterra, el 23 de diciembre de 1817, el ejército norteamericano al mando del General Andrew Jackson invadió la Península de la Florida y le propuso al absolutista rey español Fernando VII, un "Acuerdo General Fronterizo" entre ambos países. Este finalmente se firmó en 1819 e implicó el reconocimiento de la frontera existente con el Virreinato de México a lo largo del rió Sabina, así como su formal renuncia a poseer Texas. Aprovechando que en la vecina república en ese momento se desarrollaba una intensa lucha popular contra el centralismo conservador del dictador Antonio López de Santa Ana; con el propósito de escapar de la referida tiranía, los liberales proclamaron su temporal separación del gobierno conservador, hasta que se restableciera la Constitución Federalista de 1824. Sucedió lo mismo en Texas el 7 de noviembre de 1834, donde los ingenuos liberales no vislumbraban que el respaldo de Houston y demás inmigrantes escondía el propósito de separar a Texas para incorporarla definitivamente a los Estados Unidos de América. La ulterior captura de Santa Ana el 21 de abril, y el cambio de su libertad personal a cambio de la entrega de Texas son conocidos. Culminaba de esa forma la primera parte del plan de crecimiento territorial del presidente Jackson.
En Diciembre del 1845 comenzó la segunda etapa en la cual se aplicó la vieja política que reza "El fin justifica los medios" y el fin en este caso era completar las cerca de 945.000 millas cuadradas que a la postre lograron anexar a su territorio. Entre los capítulos mas sobresalientes de esta etapa están la firma el 21 de febrero de 1848 del tratado Guadalupe – Hidalgo mediante el cual México perdió la mitad de su territorio y cerca de cien mil habitantes, paralelo a todo este proceso histórico que brevemente hemos narrado se da la llamada conquista del oeste y el exterminio casi total de la población y cultura aborigen, tema este que por su trascendencia en la historia domestica norteamericana nos proponemos dedicar un trabajo aparte.
En 1820 el llamado Compromiso de Missouri, que buscaba mantener en el Senado el equilibrio entre los veintidós miembros de cada bando, al acordarse que los futuros ingresos a la federación debían hacerse de manera igualmente proporcional: un estado abolicionista par cada uno que no lo fuera se impulsó así el empuje hacia Occidente, por lo cual en 1830 se emitió la ley que autorizaba desalojar a la población aborigen al Oeste del río Mississippi, de lo que siempre habían constituido sus predios tradicionales. Pero la anexión de los territorios arrebatados a México, donde la esclavitud había sido erradicada hacia décadas, alteró inesperadamente las relaciones entre el Norte y el Sur, Para ello en 1850 se tuvo que forjar un nuevo compromiso, que endilgaba a cada estado el problema de autorizar o no en su territorio, la existencia de tan repugnante régimen, la aventura centroamericana de William Walker la cual tenía como objetivo anexar estos territorios a la unión, llena los años del medio siglo XIX.
Entre el Norte y el Sur de los Estados Unidos de América, la esclavitud no era el único punto contencioso; en la parte septentrional, la revolución industrial impulsaba las fábricas de textiles, papel, vidrio e hierro, que producían para el mercado interno y exigían el proteccionismo. Frente a este reclamo, los exportadores agrícolas meridionales defendían el librecambio. En ese contexto, un humilde hijo de granjeros, nacido en Kentucky, autodidacta que luego se hizo abogado, y cuya fama se había generalizado por su oposición a la guerra contra México, así como por su profunda aversión a la esclavitud, gana las presidenciales de 1860; Abraham Lincoln. Pero aun antes de que el tomara posesión del cargo, el 20 de diciembre Carolina del Sur se declaró separada de la Unión a la que se le unieron otros diez estados a los que se le llamaron confederados. Se inicio así una larga y sangrienta guerra civil que va a terminar en 1865 con la victoria del norte y la consolidación definitiva del estado norteamericano.
Cronológicamente, sigue como suceso más importante en la historia de Estados Unidos; recordando que nuestro enfoque se centra en el crecimiento geográfico, político, económico y militar de ese estado; el surgimiento del movimiento progresista, "un movimiento para reformar la sociedad y los individuos mediante la acción del gobierno," cuyo objetivo de fondo era introducir las primeras formas de intervención estatal en el devenir de la sociedad, porque hasta 1900 tanto el Estado como la economía se habían caracterizado por la implantación de la "política del dejar hacer" o mínima intervención del Estado en la empresa privada. Con la llegada del movimiento progresista se emprendió una cruzada democrática de grandes proporciones a través de la cual se buscó brindarle un aire de transparencia a las administraciones tanto nacional como de los diferentes estados. Bajo esta política estatal en las ciudades se instauraron las primeras empresas municipales de servicios públicos y se sentaron las bases para el funcionamiento futuro de las empresas de transportes al interior de las urbes.
Al terminar el período de Taft, asume el poder el demócrata Woodrow Wilson, quien resulta elegido por primera vez en 1913 y lo reeligen hacia 1916. Tanto el como su secretario de Estado tenían la firme convicción que los Estados Unidos estaban llamados a ser los promotores del orden moral y la democracia en el mundo. Fue el quien decidió el ingreso de su país a la Primera Guerra Mundial, apoyo la creación del sistema de la Reserva Federal (1913) a través del cual se buscó traer orden al mercado monetario, resolver las posibles crisis que surgiesen y controlar el sistema crediticio de manera centralizada. Además de esta importante institución que subsiste hasta la actualidad, los años veinte son de auge económico en el sector inmobiliario y del transporte con el emblemático Ford modelo T.
Llegada la II Guerra Mundial, los norteamericanos aprovecharon de la manera más inteligente los recursos humanos y de capital disponibles, haciendo de la industria bélica en sus diferentes procesos un foco de empleo y progreso para gran parte del país.
La historia se ha encargado de demostrar la actitud oportunista que asumieron en su participación en la Segunda Guerra Mundial con el demorado "Día D" que marcó la apertura del llamado segundo frente con el Desembarco de Normandía", en este contexto empresas como General Motors e IBM, le sacaron jugosas ganancias al conflicto armado, esta ultima le vendió tecnologías a los nazis, aún después de que Estados unidos le declarara oficialmente la guerra a Berlín.
El innecesario uso de la bomba atómica contra los japoneses (6 y 9 de agosto en Hiroshima y Nagasaki), es en nuestra opinión el llamado de trompetas anunciando al mundo la consolidación de un nuevo imperio, después de 325 años de que los padres fundadores llegarán a las costas de Norteamérica a bordo del "Mayflower".
Una vez finalizada la guerra, es importante hacer referencia al Plan Marshall en la economía de post conflicto, en junio de 1947 se lanzó la propuesta a las naciones europeas para devolverles la estabilidad económica y de infraestructura. Como es lógico, la URSS rechazó la oferta y logró vetar el deseo de Polonia y de la entonces Checoslovaquia de participar.
Entre el 1945 y 1990 el mundo vivió un supuesto equilibrio de fuerzas y se dice supuesto ya que en los escenarios de enfrentamiento que se vivieron en esos años en el marco de la llamada Guerra Fría siempre prevaleció el criterio occidental y hubo una silenciosa política dirigida a derrocar el sistema socialista, mucha de esta historia esta aún en expedientes clasificados de secreto, ya hoy conocemos como lograron destruir el sistema de gaseoductos soviéticos, como lograron inducirlos a una carrera armamentista de corte espacial para la cual la economía soviética no estaba preparada y otros hechos de mayor o menor cuantía estratégica, después del derrumbe del modelo euro soviético del socialismo, el protagonismo yanki en el mundo aumentó considerablemente y se consolidan como un imperio.
Implicaciones políticas de la guerra
México perdió el 51% de su territorio durante la guerra, cediéndolo a Estados Unidos. Santa Anna huyó exiliado a Venezuela. En EE.UU., la victoria en la guerra trajo un surgimiento de patriotismo, y con la adquisición de los territorios al oeste —en 1846, Estados Unidos había adquirido la parte sur de Oregón— parecía cumplirse con las creencias del «destino manifiesto».
Mientras que el filósofo y escritor Ralph Waldo Emerson rechazó la guerra como un «medio de obtener el destino de Estados Unidos», tuvo que aceptar que «la mayoría de los grandes resultados de la historia se han logrado por medios indignos». La guerra hizo de Zachary Taylor un héroe nacional, un partidario whig sureño, quien fue elegido como presidente en las elecciones de 1848.
En ese tiempo, Texas reconoció la institución de la esclavitud, pero México no lo hizo (la esclavitud estaba prohibida en México desde la firma de la constitución federal de 1824). Muchos abolicionistas norteños vieron la guerra como un intento de expandir la esclavitud y asegurar su influencia continua en el gobierno federal por parte de los dueños de esclavos.
Durante el primer año de la guerra, el congresista demócrata David Wilmot introdujo una ley que prohibía la esclavitud en cualquier territorio capturado de México. Esta ley, que se conoció como el Proviso Wilmot causó una protesta inmediata de los sureños en ambos lados del congreso.
Para los sureños, parecía que el norte estaba dispuesto a abandonar la paridad dentro del senado, y la cláusula de Wilmot encendió la hostilidad entre las dos secciones. La ley por sí misma fue aprobada por la Casa de Representantes, pero falló en el Senado, con ambos votos en las líneas seccionales.
En 1848 los demócratas propusieron una nueva solución al tema de cuáles territorios podrían tener permiso de esclavitud, conocida como «soberanía popular». Esto permitía a los votantes dentro del territorio a determinar por ellos mismos si permitirían la esclavitud dentro de su territorio. El Acta de Kansas-Nebraska en 1854 hizo más popular la soberanía popular de las tierras, deshaciendo el Compromiso de Misuri. En protesta de estas acciones, el Partido Republicano se organizó ese año con oponentes de la expansión de la esclavitud.


Lady Peredo

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