lunes, 13 de diciembre de 2010

La Guerra del Pacífico

A  pesar de todo el tiempo transcurrido desde la guerra, los países involucrados en este conflicto no pueden olvidar lo ocurrido, en el año 1879 Chile ya era un país   con una fuerte identidad minera y con importantes inversiones en el oro, la plata, el carbón y el salitre.
Lo ocurrido en la guerra del Pacifico fue producto de la  violación del tratado vigente en el cual Bolivia se comprometía a no subir el impuesto al salitre en un lapso de 25 años, pero el presidente Hilarión Daza rompió el tratado lo que desencadenó conflictos entre los dos países.
La Guerra del Pacífico, tuvo grandes consecuencias para estas tres naciones. Sin embargo, las consecuencias no serían iguales para todas ellas, pues mientras Perú y Bolivia sufrieron un gran revés económico, político y social, Chile se consolidó como uno de los países más poderosos de América del Sur, una verdadera potencia sudamericana; su economía se incrementó debido a que el territorio obtenido al final de la guerra era rico en recursos tales como el nitrato, el cobre y la plata, que supo explotar hábilmente.
Por su parte, Perú y Bolivia no solamente sufrieron la más grande humillación de su historia, sino que además perdieron una poderosa fuente de riqueza en una época en la que ambos países pasaban por una fuerte crisis económica que resultaría en una gran crisis social que no sería fácil de combatir.
El desarrollo económico sostenido en Chile, a partir de la Guerra del Pacífico, ha establecido un fuerte sentimiento anti chileno tanto en Perú como en Bolivia hasta el día de hoy, ya que esta región que hoy es llamada Norte Grande le dio a Chile todo el capital necesario para desarrollar el resto de su territorio. Aunque los nitratos fueron rápidamente sustituidos por el cobre como el producto más importante de su economía, será fácil comprobar que el desarrollo de Chile no se hubiera dado de manera tan vertiginosa y eficaz sin la victoria de esta guerra
El salitre era conocido como el   “oro blanco”, fue usado desde la época colonial. Era utilizado como abono, pero adquirió con el transcurso del tiempo un valor cada vez mas importante durante la mitad del siglo XIX, ya que era empleado en la elaboración de pólvora.
Los yacimientos estaban ubicados en lo provincia de Tarapacá que en ese entonces era Peruana y en la provincia de Antofagasta que era Boliviana. Diplomáticos y norteamericanos estimaban el valor de estos yacimientos en cuatrocientos millones de pesos de la época.
Para historiadores Bolivianos Chile ambicionaba con quedarse con los territorios de Atacama, ya que estos territorios encerraban muchas riquezas, eran abundantes en guano, salitre, plata, cobre y otros minerales.
En 1866 Chile limitaba con un solo país al norte, Bolivia. En ese año mediante un tratado Chile establece la división en mitades de la explotación del guano y de los minerales existentes entre los paralelos 23° y 25°. Pero el año 1874 firman otro tratado estableciendo los limites en el paralelo 24°, en este tratado se estipula que durante 25 años no se aumentaran los derechos de exportación de los minerales y no se hará ninguna contribución sobre las personas, industrias y capitales chilenos.
En el año 1873 Perú y Bolivia firman un pacto secreto defensivo, Bolivia en un principio busco una alianza con Chile, en la cual Chile apoyaría a Bolivia para así poder despojar a Perú de Arica.
Perú y Bolivia intentaron convencer a Argentina para que se uniera al tratado defensivo  secreto, Chile sede la Patagonia, un territorio de aproximadamente un millón de kilómetros cuadrados, rico en recursos naturales a Argentina para así evitar la guerra.
En Bolivia en el año 1876, producto de un golpe de estado llega al poder el general Hilarión Daza, en el año 1878 dos años después decreta un impuesto para la compañía de salitre de Antofagasta de diez centavos por quintal de salitre exportado, lo que iba en contra del tratado  de 1874.
El 14 de Febrero de 1879, la escuadra chilena se resguarda en la bahía de Antofagasta. La población de chilenos en esa zona era mayoritaria a la población de peruanos y bolivianos.
El general Hilarión Daza declara la guerra a Chile el primero de Marzo de 1879, los chilenos son expulsados de Bolivia y despojados de sus bienes.
El 21 de Mayo de 1879 se libro en Iquique el combate naval más importante de la guerra del Pacifico, donde se enfrentaron los buques peruanos Huáscar e Independencia se enfrentaron a los chileno Esmeralda y Covadonga.
El esfuerzo de industrialización estimulado por la guerra logró un cambio en la economía chilena que trajo consigo una gran diversificación social y la creación de nuevas facciones políticas. Los aranceles sobre el salitre beneficiaron un importante gasto público destinado a obras públicas como la construcción de puertos y ferrocarriles, obras de carácter social, y para reforzar las fuerzas armadas.
A diferencia de Chile, a quien la Guerra del Pacífico la convirtió en una gran nación latinoamericana, para Bolivia fue uno de los acontecimientos más dramáticos. El ejército de este país fue totalmente derrotado por los chilenos, lo que le valió a Bolivia la pérdida del territorio más importante por significar su única salida al mar. Desde 1880 hasta el día de hoy, la pérdida del acceso al mar ha sido el más grande problema al que esta nación se haya tenido que enfrentar.
Si bien el crecimiento económico de Bolivia fue ininterrumpido después de la guerra, el territorio de salitre que perdió a manos de los chilenos no le permitió un crecimiento que rebasara al de sus vecinos, como le sucedió a Chile.
Aunque Bolivia pudo crecer debido a la producción de plata, se enfrentó al problema de depender económicamente de un producto cuyo cambio de precio en el mundo tenía un impacto directo en la economía de la nación, el cual tuvo su mayor problema en 1900 con el colapso del metal en el mercado internacional.
Para el Perú la Guerra del Pacífico significó "innumerables penalidades, humillaciones y, finalmente, la derrota nacional".
Hasta el boom del guano, a mediados del siglo XIX, Perú no había contemplado la posibilidad de la unidad nacional. Pero esa esperanza se terminó con el comienzo de la Guerra del Pacífico, que hundió al país en un período de total anarquía.  
Perú a diferencia de Chile, no interrumpió su progreso durante la guerra, el Perú sufrió divisiones sociales irreconciliables. Por un lado estaban los campesinos indígenas quienes, viendo en la lucha una forma de emancipación, habían formado grandes fuerzas irregulares de guerrillas, apoyadas por Cáceres. Y por el otro lado estaban los terratenientes, quienes temían que las fuerzas indígenas pudieran volverse contra ellos. De esta manera las élites cambiaron su actitud hacia la guerra y pensaron que la negociación con Chile serviría mejor a sus intereses.
El fin de la Guerra del Pacífico se selló con la firma del Tratado de Ancón, entre Chile y Perú, el 20 de octubre de 1883. El aspecto más importante de este tratado fue la entrega definitiva a Chile, por parte del Perú, de la provincia de Tarapacá. En lo que se refiere a las provincias de Tacna y Arica, éstas quedaban bajo la tutela de Chile por un período de diez años, luego de los cuales se establecería qué país se quedaría con dichos territorios por medio de un plebiscito realizado entre sus habitantes.
Con Bolivia, Chile firmó un acuerdo en 1884 que establecía que el territorio comprendido entre el río Loa y el paralelo 23 quedaría bajo la administración de Chile, mientras que a Bolivia se le permitiría el acceso a los puertos de Arica y Antofagasta. Ambos tratados dejaron asuntos pendientes que fueron aclarados en dos tratados posteriores, firmados en 1904 con Bolivia, y en 1929 con Perú.
Conclusiones:
Sin duda alguna se puede asegurar que el crecimiento de Chile se debe a la maestría de sus gobernantes así como al fuerte nacionalismo de sus habitantes. Chile se ha caracterizado siempre por ser una nación eficaz en la explotación de sus recursos. Así mismo ha sabido defenderse del intervencionismo extranjero en materia económica al tratar por todos los medios de poner todos sus recursos en manos nacionales pero cuidando la inversión extranjera. De esta manera esta nación ha logrado un desarrollo sostenido, fortalecido especialmente en el último tercio del siglo XIX, debido evidentemente a su victoria en la Guerra del Pacífico.
Pero el triunfo chileno no redundó únicamente en la economía de cada uno de los países involucrados en la guerra sino que tuvo fuertes repercusiones en las sociedades. Chile no solamente salió de la guerra con un ejército poderoso y con un territorio que ayudó al desarrollo del país, también terminó la guerra con un nacionalismo totalmente arraigado que contribuyó fuertemente a la consolidación de la democracia.
Mientras tanto Perú y Bolivia se enfrentaron a sociedades totalmente desmoralizadas y divididas, las cuales tuvieron que ser sometidas a un sinnúmero de dictaduras que, aunque estaban dirigidas al progreso, hicieron imposible la democratización y el desarrollo.
Así podemos concluir que la Guerra del Pacífico fue la gran oportunidad de Chile de anteponerse a la competencia de Perú y Bolivia y consolidarse como potencia sudamericana.

Roxana Jaramillo

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